En la luna nueva de invierno

Hola ¿Cómo estás?

Te escribo hoy, bajo la luna nueva de invierno, el momento de máximo recogimiento del ciclo anual. Quizá por eso te sientas hoy con menos energía disponible que de costumbre, y quizá te ocurra como a mí, que me cuesta rendirme a mi cuerpo cuando no tiene mucha energía y me pide descanso. Esto es así porque me sobreidentifico con la que siempre tiene energía y fuerza para todo, y cuando no es así, me cuesta reconocerme y actuar en consecuencia.

Con el tiempo he aprendido a escucharme, y en lugar de resistirme y esforzarme para pasar a la acción (que es mi locura), trato de rendirme a la sensación de aflojarme y reduzco mis tareas a lo esencial, y lo cierto es que me sienta de maravilla.

Hoy quiero dejarte aquí un pedacito de sabiduría ligeramente modificado, de un escrito de Clarisa Pinkola Estés que dice así: ven, ven, quédate conmigo ….

Al leerlo me hizo reflexionar, pensé siendo adultas, dueñas y responsables de nuestras vidas, solemos girar alrededor de montones de cosas: los hijos, la pareja, el hogar, el trabajo, olvidando o postergando lo realmente importante. Y ¿Qué es lo importante?, pues tu.

Tú, tú eres el sol de tu universo, y eso no quiere decir que te olvides de los demás o que dejes de hacer las tareas y las obligaciones que comportan la vida adulta. Se trata más bien de no perder el Norte detrás de todas esas cosas. Se trata dedicarte a ti algunos momentos del día, momentos que, aunque cortos en cuanto a tiempo, pueden alimentar tu vida interna, de tal manera que incluso pueden saciar tu hambre físico.

  ¿te ha ocurrido alguna vez que haciendo lo que te gusta se te olvida hasta de comer?

En la sociedad en la que vivimos, se nos ha educado erróneamente para pensar que somos egoístas al atendernos a nosotras mismas antes que a los demás y a lo demás. Así, orbitamos detrás de todo y todos, sin escucharnos tan siquiera, de manera que cuando estamos sobrepasadas, desgastadas y agotadas, irremediablemente estalla de mala manera lo no atendido.

Y es que se suele sobrevalorar el hacer, el producir, mientras que se infravalora el no hacer, sin embargo

¿Cómo podemos entregar si no nos llenamos?, o acaso ¿un árbol da fruto si no se abona su tierra?

Atendiendo nuestras necesidades y estaremos satisfechas y podremos responder mucho mejor a las demandas externas, pues lo haremos desde un lugar de energía equilibrada, centrada, y disponible.

Así que cada día procura darte instantes de nutrición, me refiero a alimento de tu mundo interior. Ya sea mirando al cielo y o acariciando a tu gata, o leyendo un pedacito de libro que te inspira, hazlo como si regalara lo más valioso que tienes a alguien quien amas profundamente.

Y revisar con frecuencia tus propósitos y objetivos para no alejarte demasiado de tu camino arrastrada por lo cotidiano.

Deseo que este escrito sea de inspiración, te saludo con cariño

Esther

Estas palabras nacen de mi corazón, fruto de un encuentro de Volver a Casa una experiencia transformadora que ofrece Gabriella Robles en la Escuela de Creadoras de Cultura, Gracias Gabriella por inspirarme.

Lo que emerge en el silencio en Navidad

Te dejo a continuación algo que he escrito para ti y te leo en este tiempo de cierre de año por si quieres dedicarte 6 minutos de inspiración.

También te dejo clicando aqui el enlace del audio que hice el año pasado por si te apetece escucharlo.

En ocasiones, especialmente cuando se acerca la Navidad y fin de año, se me enredan las emociones y pensamientos y me descentro. Me pregunto si sólo me ocurre a mí que las demandas, tanto exteriores como interiores, junto con los dolores del mundo nublan mi mente, apagan mi corazón, y siento mi cuerpo lento y adormecido. Me veo otra vez, arrastrada fuera de mí, y vuelvo a olvidar la esencia de lo que soy y lo que estas fiestas realmente me aportan. Me siento confusa y desorientada y me doy cuenta de que necesito darme tiempo para parar, respirar y centrarme de nuevo. Encuentro este tiempo durante la noche, que me trae el silencio y la oscuridad, y así la oportunidad de sentirme y armonizarme.

El ciclo anual de la tierra refleja el ciclo de un día, la equivalencia de la noche sería (en el hemisferio Norte) el tiempo que vivimos ahora, el solsticio de invierno. Es un tiempo que nos invita a recogernos, a descansar y a soñar, en contraste con lo que se vive en el mundo “civilizado” movido por el interés comercial, que encubre el silencio y aturde todos nuestros sentidos.

Se me ocurre compartirte un pequeño viaje que voy a emprender para volver a habitarme y a conectar con la esencia de este tiempo, te invito a unirte.

Cierra los ojos y haz una profunda inspiración, ensancha tanto como puedas tu pecho, llenando tus pulmones al máximo con aire nuevo, fresco y limpio, y sostenlo durante un instante y para exhalarlo, si te lo permites, haz un gran suspiro. Mueve un poco tu cuerpo, haz los ajustes que necesites con la intención de estirarlo y aflojarlo, ablandarlo, de buscar comodidad dentro de él, incluso bosteza y ponte en modo creativo vamos allá.

Busca o crea en tu mente, el recuerdo de algún momento en que hayas sentido la calidez de los rayos del sol en la piel de tu cara. Trata de evocar esa sensación de temperatura agradable y bienestar, y mueve lentamente tu cara hacia un lado y hacia otro, disfrutando de esa calidez que te acaricia. Ve con los ojos de tu imaginación la claridad y el calidoscopio de colores que aparecen generados por la luz que traviesa tus parpados. La luz tibia y dulce que nos ofrece padre sol empieza a filtrarse por la tu piel de tu cara, precipitándose suave y lentamente hacia el interior de tu ser, expandiéndose, por tu cuello, tus hombros, tus brazos, tus manos, y tu tronco, hasta bañarte por completo, dejando en ti una estela luminosa que alcanza tu corazón, el órgano de la vida y el amor para reavivar su fuego y hacerlo latir con deseo, impulsando con pasión la sangre que a través de tus arterias reparte amor, serenidad y alegría a cada una de tus células hasta desbordarlas, de manera que tu misma empiezas a irradiar ese sentimiento de serenidad, luz y amor más allá de tu piel, contagiando ese amor luminoso a todos y todo cuanto te rodea. Siéntete como una brillante luz pulsante de amor, pulsante de serenidad y vida que crece y se suma a todos los seres que aman el planeta, y qué como pequeñas luces dispersas en el mundo, empiezan a iluminar la oscuridad, cocreando un espacio de amor y esperanza, soñando un mundo mejor que es posible si todos lo deseamos.

Y guarda esta sensación también para ti, para evocarla cada vez que la necesites. pues como me dijo una hermosa maestra hace bien poquito, si no encuentras el amor fuera, búscalo en tu interior, pues allí siempre lo encontrarás.


Mi deseo para ti, es que encuentres tiempo para recogerte y descansar,  y que en ese silencio pueda emerger la esencia de la Navidad, LA FUERZA MÁS PODEROSA DE TODAS, EL AMOR, el que habita en ti, que lo puedas sentir y hacer crecer y que lo siembres allí donde vayas.

Te deseo Feliz Tiempo de Solsticio, Feliz Navidad, Feliz año nuevo, que la amor, la serenidad y la paz sean contigo, y se expandan por todos los rincones del planeta.

Con cariño

Esther

Vuelven los encuentros de Lobas

Buenos días Mujer,

¿Hola como estás? Espero que hayas tenido tiempo de regeneración este verano que te permita recibir el otoño con todo lo que suele traer. Pasar de la flexibilidad horaria y los días largos e ir hacia la retirada progresiva de luz y los ritmos más marcados de tareas y obligaciones, suele sentirse cansado y costoso, así que deseo, que puedas ser tolerante contigo misma y puedas acompañarte con cariño a lo que yo llamo la RENTRÉE (reanudación) de setiembre.

Hace tiempo que no te escribía, ni ofrecía ningún encuentro, pues mi formación como Terapeuta Gestalt ya alcanza el tercer y último curso, y me ha tenido muy centrada en mi misma. Han sido dos años de profunda revisión, transformación y aprendizaje, y un tiempo de darme cuenta de que esta formación profundiza en lo que es un trabajo esencial de por vida, un camino de autoconocimiento y de un empezar a vivir la vida de una forma mucho más consciente, más auténtica, con más gratitud, y menos sufrimiento.

Así desde un lugar más maduro y después de lo que me ha parecido a mi un largo invierno, salgo de la cueva para ir hacia el mundo de nuevo y llena de entusiasmo, te anuncio, que vuelvo a compartir la Sabiduría de Mujeres Que Corren Con Los Lobos. Si te apetece, en lugar de leerme puedes escucharme en YOU TUBE ( te tomará 1 minuto y quizá sea de inspiración para ti).


Si deseas empezar a vivir tu vida de forma VIBRANTE y EMPODERADORA, te propongo una serie de encuentros donde alimentar, despertar, y si es necesario resucitar, tu amada ALMA SALVAJE.
Con la lectura de cada cuento de Mujeres que Corren Con Los Lobos encontrarás indicaciones para empezar a vivir la vida que anhelas, sintiendo el gozo de estar viva y conectada a la MUJER SALVAJE que habita en ti.
Juntas compartiremos hallazgos, sentimientos, danza y todo lo que surja abrazándolo con amor.

Si sientes la llamada, ¡reserva tu plaza!
Me encantará aullar contigo….

Aquí tienes el link a mi agenda.

Gracias por tu tiempo,

Salud y amor,

Auuuu!!!

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Tengo que ir a todos los encuentros? No. Puedes venir a uno, a dos, a los que te resuenen, o incluso repetir si te apetece.

¿Tengo que haberme leído el libro o habrá que leérselo? No es necesario. Si no has leído nunca el libro casi te diría que vengas sin leerlo y te dejes sorprender. En cada círculo te leeré un cuento y en torno a él se desarrollará el encuentro.

¿Cómo puedo llegar a Arenys de Munt si no tengo coche? Si no tienes coche, no te preocupes, solemos organizamos para ir juntas desde la estación de tren en Arenys de Mar. Ponte en contacto conmigo y vemos como hacerlo.

¿Cuál es el calendario de encuentros?
Aquí debajo te dejo la fecha para el primer encuentro de 2023-2024, para otras fechas puedes consultar la agenda clicando aquí:

  • Sábado 23 de Setiembre de 2023: LA LOBA. La resurrección de la mujer salvaje.

¿Cuál es el horario y el precio de cada encuentro? Todos los encuentros son de 10 a 13h, la aportación para cada uno es de 25€. Si te gustaría asistir pero no te va bien el horario házmelo saber, tal vez podamos ajustarnos o crear un nuevo grupo.

Aquí te dejo los títulos de otros post relacionados con los encuentros. Clicando sobre ellos viajaras directa al post.

La noche más larga del año

Buen día, deseo que estés bien y que más allá del ajetreo comercial, tu corazón pueda sintonizar con la verdadera esencia de la Navidad.

Inspirada por el Solsticio de Invierno y lo que este tiempo nos trae, hice un pequeño escrito del que puedes leer a continuación o escuchar en You Tube (5 minutos) en el link que te dejo. Me gusta imaginarte dándote un tiempo para ti, encendiendo una velita y tal vez acompañándote con una dulce infusión de Navidad, inspirando profundo y soltando el aire con un suspiro, con los auriculares puestos, permitiendo que la música y mis palabras te envuelvan por unos instantes en un bonito viaje que te aporte serenidad en estos días de tanta agitación.

Gracias por tu tiempo, y por lo compartido juntas. Te abrazo con cariño. Feliz Solsticio, Feliz Navidad, y Próspero Año 2023.

Del 20 al 21 de diciembre vivimos la noche más larga del año, el Solsticio de Invierno, con él culmina nuestro viaje hacia la oscuridad en la tierra, pues cuando todo parece más oscuro que nunca, cuando ya estamos agotadas, y no podemos más, llega el esperado regreso de la luz, el renacimiento del sol, que desde nuestra perspectiva terrenal nacerá cada día más al Este, ofreciéndonos cada vez más tiempo de claridad.

El tiempo del solsticio nos conduce a fin de año y nos invita a descansar. Tras el viaje del ciclo anual que empieza con los propósitos para año nuevo, continua con la vivencia, llega el tan necesario descanso.

Aún nos queda por recorrer el tiempo más frio del año y a la vez el menos abundante en la tierra. Somos naturaleza y aunque nuestro corazón no se detenga, ni dejemos de respirar como las ranas, sentimos el impulso natural de hibernar. Fuera, ruge el ajetreo de la civilización, que con la invención de la electricidad nos confunde y nos distrae del deseo de quietud que nace en nuestro interior para arrastrarnos al movimiento y a lo superficial.

Como una anfibia me siento navegar entre estos dos mundos, tratando de armonizar las diferencias, alternando algunos tiempos de introspección y descanso, con otros de más extroversión para compartir con aquellos a los que más amo.

Vistiendo de luces al Árbol de la Vida celebro y agradezco lo vivido, y lo que vendrá. Honrando el nacimiento del Niño Divino, abro mi corazón al más puro AMOR INCONDICIONAL, primero hacia mí misma y después hacia los demás.

Tal vez te apetezca caminar conmigo este tiempo llamado Yule, sintiéndote como una hembra tejón, que fatigada de andar todo el ciclo anual, siente sus pasos cansados hundirse en el crujir de la nieve y con un último esfuerzo, obedece a su sabia voz interior que la impulsa a acurrucarse en el vientre de madre tierra para cerrar los ojos y descansar.

Fuera, la nieve cae ligera sobre la tierra convirtiendo el paisaje en un suave manto blanco de pureza brillante.  Abrazada por madre tierra escuchas el suave latir de tu corazón, aflojas tu cuerpo y sueltas tus pensamientos. Sientes satisfacción por todo lo hecho, lo hiciste lo mejor que pudiste este año. Ahora ya estás de regreso en tu hogar, viajando hacia tu interior, soñando imágenes de colores que medio esbozadas mantienen vivo el fuego de tu corazón en este frio invierno.

Deseo que tengas un reconfortante descanso, que la dulzura te abrace y que tus sueños alimenten tu alma hasta que la suave primavera te despierte con un susurro.

Buen descanso y Feliz Navidad.

Con amor

Esther

Arte: acuarela Esther De Solà. Si te gusta y quieres compartirla, recuerda mencionarme como autora @esther.desola , Gracias

Las 7 semanas más oscuras del año.

Elige: leerme aquí o escucharme en el siguiente enlace. Duración aproximada 5 minutos.

En el hemisferio Norte, donde vivo, desde el 31 de Octubre, Samhaine, Halloween, Día de los Difuntos o como quieras llamarle, hasta el 21-22 de diciembre, el Solsticio de Invierno, suceden las 7 semanas más oscuras del año.

En este tiempo, entre ambas fechas, progresivamente, los días se acortan y las noches se alargan. Suele ser un tiempo en que predominan emociones como la tristeza, la nostalgia y la melancolía. Quizá también se dan situaciones que nos alteran, nos remueven, y hacen aparecer tensiones, enfados e incluso la rabia.

¿Cómo estás viviendo tu este tiempo? ¿Está siendo así para ti?

Cada momento del año nos trae un clima emocional, un sentir distinto. Este tiempo nos trae recogimiento, profundidad y transformación.

Te propongo transitarlo como una bruja, removiendo tu propio caldero-tu sentir interno, elaborando un burbujeante y complejo brebaje. En él está todo lo vivido, hecho y sentido desde que naciste. En las capas más superficiales flota lo más reciente y en lo profundo, se oculta lo más antiguo. Cuécelo a fuego lento, observando como se mezclan hierbas, heridas, burbujas, raíces, recuerdos, culebras, esencias, huesos y sapos.

Remueve, giro a giro, con tu cuchara de madera, elaborando lo vivido, revisándolo, destilando aprendizajes, resignificando vivencias, haciendo alquimia, transformando esa pócima oscura en puro oro líquido. Mientras giras, unas veces afloran lágrimas que caen en el puchero, otras se revelan sonrisas y certezas ocultas.

Cuece y remueve con extremada delicadeza y paciencia , surja lo que surja. Y recuerda añadir, un pellizco de canela, un granito de comprensión, unas gotas de ternura, y altas dosis de amor hacia ti misma.

Una bruja es en realidad una Mujer de Gran Sabiduría.
Es una mujer que conoce en profundidad los secretos y ritmos de la naturaleza. Es aquella que aprovecha las olas que la vida trae para surfear con su escoba, creciendo y desarrollándose eternamente.
BRUJA “Wich” en inglés, viene de “Wise Woman” que significa Mujer Sabia.

Permite que en este tiempo aflore tu Mujer Sabia, tu Bruja, «la que sabe». Deja que sea ella quién te guie durante los días más oscuros del año. Que sea ella quien, con calmada presencia, ahonde en una autoobservación y revisión de lo vivido. Ella, sabrá discernir que es lo que está bien en tu vida y lo que ha de cambiar. Ella barrerá lo que ya no te sirve, lo que te limita y lo que te impide ser libre.

Es un proceso largo que repetimos cíclicamente hasta el fin de nuestros días, permitiéndonos afinar poco a poco, hasta ser cada vez, cada vez más, nosotras mismas.

La imagen de la bruja volando en su escoba, evoca a la mujer que ha conquistado su poder y libertad. Una mujer tras danzar en la oscuridad, en lo desconocido, en lo misterioso, en lo incómodo, se ha dejado sentir, se ha transformado hasta brillar.

En clase de Alquimia Creativa con Israel Barranco, la he creado en danzando en la oscuridad, sintiéndose, escuchándose, mientras deja tras de sí una estela de estrellas que muestra su magia, su capacidad de poder transformarse, liberarse y brillar.

Deseo que cuides siempre de tu caldero, para que sea lo que sea que estés cocinando, sea siempre fuente de luz y amor.

Si te ha gustado y te apetece escríbeme en comentarios «danzar en la oscuridad» para que yo lo sepa.

Te saludo, con cariño.

Esther

Tomar nuestro otoño con amor.

Las estaciones traen consigo olores, colores, temperaturas, vientos y sensaciones distintas, que nos empapan y modelan nuestra manera de vivir en los distintos tiempos del año.

Me fascina que cada estación se muestre en todo lo que hacemos y vivimos en nuestra vida. En nuestro ciclo día-noche, en nuestro ciclo menstrual, en nuestras etapas vitales, en nuestros proyectos, en todo. Todo, absolutamente todo, nace, se desarrolla y muere.

El otoño es un tiempo de transformación que nos invita a ir hacia el interior de nosotras mismas.

En el tiempo de un día, el otoño sería el atardecer después de haber trabajado todo el día. El momento de la retirada, de volver a casa, de revisar la jornada y tomarse un tiempo para una misma.

En nuestro ciclo menstrual, sería el momento premenstrual, donde hay gran tensión corporal y anímica, pues nos habíamos preparado para gestar una criatura en nuestro vientre y por el motivo que sea no llegará. Es el paso de la plenitud-ovulación al vacío-menstruación.

En nuestras etapas vitales, el otoño sería el climaterio, tiempo en que sentimos mucha tensión interna y un gran cambio corporal para dejar atrás la etapa de fertilidad y de crianza, e iniciar la segunda mitad de la vida.

Vivir la primavera y el verano, es maravilloso, son tiempos de juventud, fertilidad, expansión, acción, pre-ovulación y ovulación. Son tiempos en que gozamos de mucha energía y estamos disponibles.

Tomar el otoño y el invierno, el climaterio, la madurez, la reflexión, el descanso, el tiempo premenstrual y menstrual, nos suele costar más. Tal vez porque no nos sentimos tan enérgicas. Tal vez, por que socialmente se reconoce más el valor de las dos primeras estaciones, la juventud y la maternidad, aparentemente más productivas, mientras que la madurez y la senectud se ven despreciadas, por mostrarse menos disponibles y ser aparentemente menos productivas. Quizá por que en nosotras está muy arraigada la cultura del esfuerzo y del trabajo y no hay lugar, o está mal visto el tiempo de gozo y descanso. Quizá porque hemos olvidado reconocer la sabiduría de los que llevan más años viviendo en la tierra.

Es vital reconocer el valor de cada etapa de los ciclos, lo necesario de ir hacia dentro y del descanso. Incluso la tierra se ha de abonar en otoño y ha de descansar en invierno. Si este cuidado no se hace a conciencia, pronto, la tierra se verá agotada y no podrá ofrecernos nada.

Tomar el otoño es acogernos en ese momento de menor disponibilidad para los demás, ese momento de tensión, irritabilidad, tristeza y agotamiento, debido a la entrega muchas veces desmedida hacia los otros, para ir un tiempo hacia nosotras mismas.

Tomar el otoño, tanto al atardecer, como en el momento premenstrual o en el climaterio, es cuidarnos y atendernos, abonarnos con aceptación e inmenso amor.

Acogernos y escucharnos en estos momentos, con nuestra baja energía, debilidad y vulnerabilidad, hace que aumente nuestro autoamor y nuestro conocimiento sobre nosotras mismas. Es abonarnos en amor, claridad e impulso, para renacer con energías renovadas.

Cada otoño la tierra nos invita a ahondar en nosotras mismas, a revisar nuestra vida para poder hacer los ajustes necesarios para vivirla como imaginamos.

Los encuentros que ofrezco en este tiempo tienen que ver con la energía de este momento. Cada otoño ofrezco una visión femenina del climaterio, puedes leer más clicando en EL Climaterio. El Otoño en Ti, y mirar en la Agenda todas mis propuestas. Si te resuenan y te apetece venir, serás muy bienvenida.

Deseo que cada otoño sea un buen remover y airear tu tierra, un cuidarte y abonarte para llegar al invierno liviana y poder abrirte al descanso. Y finalmente renacer en primavera con alegría y energía.

Buena transformación, con cariño

Esther

Si no has estado nunca en un círculo de mujeres y quieres saber sobre lo que hacemos puedes leer aquí ¿Qué es un círculo de mujeres? y aquí : te ofrezco un círculo de mujeres.

Encuentros Vibrantes en Julio

Buenos días Mujer,
Si deseas empezar los fines de semana con una energía VIBRANTE y EMPODERADORA, te propongo una serie de encuentros donde alimentar, despertar, y si es necesario, resucitar nuestra amada ALMA SALVAJE.

A partir de la lectura de cada cuento de Mujeres que Corren Con Los Lobos (de Clarissa Pinkola Estés) descubriremos el camino a seguir para salir de la vida automática, y empezar a vivir desde nuestra propia verdad, nutriendo el deseo y el placer. Sintiendo el gozo de estar vivas y conectadas a la MUJER SALVAJE que habita en nosotras.

Esa mujer salvaje es como una LOBA, nos conecta fuertemente a la vida, nos hace sentir amadas, y nos da fuerza y voluntad infinitas. Es honesta, robusta, astuta, ágil, juguetona, fluida y no teme a la vida, porque sabe, que más allá del cuerpo que habita, su existencia es infinita y decide a vivir plenamente cada instante.

En cada encuentro nos tomaremos tiempo para sentirnos, reflexionar, danzar, y compartir la sabiduría hallada.

Cada encuentro dura aproximadamente 2horas, y es independiente.
Nos organizamos desde la estación de tren de Arenys de Mar para ir juntas a mi casa en el bosque de Arenys de Munt.
Tanto si te resuena y quieres reservar tu plaza o te surge alguna duda contáctame 680444083.


¿Aullamos Juntas?

Si quieres leer más tienes un post relacionado aquí: Compartiendo la Sabiduría de Clarissa Pinkola Estés.

Consulta las fechas clicando aquí: AGENDA

Auuuuu!!!
Esther

Prisioneras de nosotras mismas

Mi Abuela Esther y mi yayo Agustín

Hoy 16 de junio de 2022, mi abuela materna hubiera cumplido 106 años en la tierra. Hace ya tiempo es una estrella en el cielo, una brisa en la playa, y mil formas hermosas en la naturaleza.

De esta bella mujer recibí mucho más que la vida, que me llego a través de mi madre, pues ella vivía en casa cuando yo era pequeña y compartí mucho tiempo con ella.

Heredé su nombre, Esther, te confieso que de pequeña no me gustaba, me parecía un nombre antiguo, retro, vaya nombre de abuela. Además, por estar repetido en mi familia, mis tíos y primos de Argentina, me llamaban Esthercita, cosa que no me gustaba en absoluto por más que lo hicieran de forma cariñosa. Yo sentía que ese diminutivo me hacía pequeña y me limitaba.

Hace tiempo cambié de opinión sobre mi nombre. Me gusta tener el mismo nombre que mi abuela materna: Esther, significa Estrella, y me hace pensar en la luz que brilla en la oscuridad. Me inspira, y evoca en mi, magia y esperanza. Precioso, ¿no te parece?

Tu ¿Qué sabes de tu nombre?,

¿está repetido en tu familia?

¿sabes que significa?

¿Qué te inspira?

¿Qué tiene que ver contigo?

Mi abuela, Abueli como la llamábamos, brilla en mi corazón y en el de todos los que venimos de ella, y en el de aquell@s que la conocieron. Ella decía que era menuda, porque se sentia la mitad pues tuvo una hermana gemela. Yo ahora la recuerdo grandiosa.

Tuvo el valor de atravesar, durante 21 días y 21 noches en barco, el Océano Atlántico con tres criaturas, la mayor, mi madre, con entonces 10 años, el mediano 9, y el pequeño cinco. Soltó cuanto tenía para ir a Argentina y poder ofrecer una oportunidad mejor a sus hij@s. Cuanto miedo debió pasar. Recuerdo cómo en casa decíamos con sorna “21 días y 21 noches” cuando nos lo contaba. Cuan largo tuvo que ser. Nosotros en nuestra ignorancia y en nuestra comodidad, lo veíamos como una trivialidad lo que para ella debió ser un calvario. Hace ya tiempo cambie mi mirada y admiro su fortaleza, su valentía, su coraje.

Abueli, hoy y siempre, honro y reconozco tu fortaleza y tu coraje, los tomo de ti, habitan en mí.

Y tú, que me estás leyendo, te has parado a pensar ¿Qué tomas de tu abuela?

Mi abuela vivió en tiempos de guerra, de carencia, de poca libertad y menos conocimiento. Igual que muchas mujeres, poco sabía sobre el ser mujer, sobre el placer, sobre la vida. Recuerdo que me conto que creía que los hijos nacían por el ombligo, y yo no podía salir de mi asombro.

¿Hasta dónde se habían visto los procesos corporales de la mujer como algo sucio, que debía ser ocultado?

y

¿por qué?

Me hubiera gustado que hubiera tenido más conocimiento, más libertad, más sabiduría. Que hubiera podido cumplir sus sueños, y disfrutar más de la vida. Pero eran tiempos de represión, tabús y desempoderamiento femenino.

Ahora ante la ley y la sociedad, aparentemente las mujeres somos iguales y tenemos las mismas oportunidades que los hombres.

Lo cierto es que difícilmente seremos alguna vez iguales. Nuestros cuerpos ovulan, paren, amamantan y crían. Habitamos cuerpos cíclicos, que tienen ritmos y necesidades distintas en momentos distintos. Y eso requiere un sostén social, más allá de unos días, meses de baja y las “mismas” oportunidades.

Lo peor es que seguimos siendo prisioneras de nosotras mismas. Obviamos evidentes desequilibrios en la repartición de tareas de casa, crianza de hij@s. Aplazamos eternamente nuestras necesidades, y deseos, en un interminable sacrificio por el hogar, trabajo y nuestras familias.

Yo hace tiempo empecé a pillarme negándome lo que me apetecía hacer con un: ya lo haré después de tal o cual cosa. O con un: no puedo ir porque he de preparar la comida para mi pareja e hij@s.

Empecé a preguntarme a cerca de lo que no me permitía y acerca de mis “obligaciones-responsabilidades” como madre ¿Realmente necesitan que yo haga siempre la comida?, o tal vez ¿me gusta que dependan de mí? ¿seré mal vista por dejar que se apañen solos? ¿seré mala madre, mala pareja?, o me sale mal porque la cocina queda devastada.

Paso a paso, voy cambiando mi mirada, ampliándola.

Si les doy a ellos la oportunidad de cocinar estoy sembrando y cultivando sus capacidades, su autonomía y, su independencia. Si la cocina queda muy revuelta, poco a poco integraran que después de cocinar hay que recoger la cocina y poco a poco irá quedando mejor. Confío en que aquellos con quienes compartimos la vida nos aman y desean nuestra felicidad.

Estoy dándome cuenta de qué si yo me voy a hacer una actividad o dar un paseo, conecto con la alegría de vivir y eso sin duda les contagia.

Si yo no me doy permiso para tener mi tiempo, cuidarme, disfrutar, ellos tampoco se lo dan. Qué como la tierra si no se riega, si no me doy lo que necesito, me voy quedando reseca, áspera, árida y sin nada que ofrecer.

A mí, igual que a ti, me cuesta soltar.

Claro, igual que a mi madre, a mi abuela, y a mi bisabuela y así podría nombrarte a toda mi línea matrilineal, y también a la tuya. Y es que en el interior de la gran parte de mujeres está grabado a fuego “hay que tener la casa limpia y recogida “, “la comida apunto”, “la ropa limpia, la cama hecha y una lista interminable de tareas domésticas“ y después tendrás tiempo para ti».

El mandato más antiguo y tal vez el más esclavizante:

“hay que aguantar lo que sea con tal de proteger la camada”.

Esta última mantiene a algunas mujeres terriblemente atrapadas.  

Siento que mi camino en esta vida tiene que ver con el despertar de las mujeres y el invitarlas a reconocer todos estos aspectos. Con el sacarnos de este amodorramiento que nos mantiene más muertas que vivas. Con el ir aclarando nuestra mirada hacia nosotras mismas, nuestros procesos corporales y nuestras necesidades. Con el sacudirnos tabúes, normas y reglas obsoletas que coartan nuestra libertad. Con el recuperar confianza en nosotras mismas e ir ocupando el lugar que nos merecemos, en nuestras casas, trabajos y sociedades. Un lugar donde podamos expresarnos con libertad, donde seamos reconocidas, cuidadas, amadas. Un lugar donde podamos ir tras nuestros sueños y anhelos, ya sea criando hijos, trabajando, estudiando o viajando, pues cada mujer es distinta y debe escuchar únicamente su corazón para saber lo que desea e ir por ello.

¿sabes lo que deseas?

¿Te has observado alguna vez?

¿Cómo te tratas?

¿te niegas cosas?

¿Dispones de dinero y tiempo y no lo disfrutas?

¿te sientes apática?

¿perdida?

¿tienes sueños e ilusiones?

Cuando nos restringimos tanto y tantas veces, perdemos la conexión con nuestro deseo, que es en realidad la fuerza de la vida que palpita en nosotras. Al desconectarnos ya no sabemos ni quien somos, ni lo que queremos. No tenemos energía, nos duele el cuerpo y entramos en una vida letárgica de apatía, tristeza y nostalgia. Yo he estado ahí, atrapada, enredada en mi confusión, en la noche oscura del alma. Pero poco, paso a paso fui desenredándome y reencontrándome. Ahora me siento vital y vibrante, no siempre, por supuesto, ser humana tiene sus limitaciones. Pero soy capaz de reponerme y reconectarme cuando me pierdo.

Hoy en el día del cumpleaños de mi abuela materna, celebro sus 106 y celebró la vida en mi, y el despertar de las mujeres que estamos tomando compromiso para indagar en nosotras mismas e ir redescubriendo nuestro cuerpo, nuestra corazón y nuestra psique. Mujeres que nos estamos realineando con la vida y con nuestros deseos. Mujeres que caminamos hacia vidas más plenas y gozosas.

¡Felices 106 querida Abueli! Siempre en mí.

Gracias por leer hasta aquí.

Te deseo un bonito día

Esther

Próximo encuentro: Círculo para madres e hijas. Descubriendo Juntas la Ciclicidad.

Te traigo una de mis propuestas favoritas, el ENCUENTRO PARA MADRES* e HIJAS: DESCUBRIENDO JUNTAS LA CICLICIDAD, para tomar la sabiduría que nos trae la menstruación y vivirla con naturalidad y cariño.

El encuentro será un espacio intimo donde acompañarás a tu hija a

  • Tomar una mirada amorosa y empoderadora sobre la menstruación.
  • Descubrir sus órganos, como funcionan, y que es el ciclo menstrual.
  • Sentir que sangrar cada mes no es una carga, sino todo lo contrario, un regalo precioso que indica fertilidad y promesa de vida.
  • Y tal vez lo más importante, crear un puente de comunicación entre ambas, que facilitará próximas conversaciones cuando le surjan inquietudes, dudas, miedos, sobre la ciclicidad y la sexualidad. Genial, ¿verdad?

Y es que conocer sobre nosotras nos empodera y nos hace responsables.

Por cierto, digo mamá*, porque es el referente femenino-cíclico con una relación más íntima que tenemos en nuestra infancia, pero puede ser tía, abuela, hermana. También es para ti papa, si quieres contarle a tu hija y no sabes cómo abordar el tema.

Algunas mamás me cuentan que quieren venir con sus hijas, pero que ellas se inventan mil excusas, pero lo que, sobre todo, lo que más les pesa es LA VERGÜENZA.

¡Qué demonios!

Justamente se trata de cambiar eso, de sacudirnos la vergüenza, no tenemos nada de qué avergonzarnos sobre los procesos naturales de nuestro cuerpo, es más queremos honrarlos.

Otras madres, me cuentan que a ellas les hace muy felices venir a este encuentro con sus hijas. Las invitan ha pasar ese día juntas, como un día especial y único, para ellas solas, pues separadas del resto de la familia, pueden encontrarse fuera de la desbordante rutina cotidiana y adentrarse en el fascinante mundo femenino.

Descubrir sobre nosotras mismas es generar confianza y amor hacia nosotras. Saber cuándo puedes esperar el primer sangrado, como va a ser, y que conlleva la ciclicidad te hace sentir más segura a cerca de ti misma.

¿Para que edad está pensado este encuentro?

Algunas mujeres me preguntan: ¿Para que edad está pensado el encuentro?

Para las niñas que están acabando 6º curso, antes de dar el gran salto al instituto. Pues cierran la etapa de primaria y abren la secundaria. Y coincide, que a algunas de ellas les viene el primer sangrado ese verano.

En realidad para jóvenes doncellas de  entre 11 y 15, años. Pero más que con la edad, tiene que ver con la madurez de la niña, y también con su interés en la menstruación. Pues hay niñas que están muy desarrolladas tienen interés a los 9, y ya te han preguntado alguna vez sobre la menstruación, o que estas haciendo cuando te cambias en el baño, o que es esa sangre.

¿Han de tener la regla para venir al encuentro?

¿Han de tener la regla para venir al encuentro?

No tiene porque.

Las niñas que aun no han tenido la menarquía descubren como es el camino que hay hacia ese día y como  va a suceder. Pueden prepararse para recibir la menstruación con alegría y entusiasmo.

Para doncellas que han sangrado ya  alguna vez, o ya hace tiempo que tienen el ciclo, pues les permite comprender, aclarar dudas, y tomar una mirada empoderadora del ciclo.

¿Y si mi hija no quiere ir?

¿Y si mi hija no quiere venir?

Te quiero contar que ya he facilitado otras veces este encuentro, y que vienen jóvenes doncellas con distintas actitudes: a la mayoría les da mucha vergüenza y a veces hay que vienen prácticamente arrastradas por las mamás. Otras tienen muchas curiosidad y ganas de saber.

Sea como sea que llegan, durante el encuentro, se va generando un espacio de íntimo que invita a participar desde el corazón y cuando nos despedimos parece que nos conozcamos desde siempre. Hay mucho compartir, alegría y agradecimiento.

Algunas doncellas me escriben para contarme sobre el encuentro y que les ha aportado. Me siento feliz por lo que se ha co-creado.

Yo siempre me emociono, siento que estamos recuperando el honrar nuestro cuerpo y sus procesos naturales, menstruar, dar el pecho, parir…que al fin y al cabo son los que garantizan que la humanidad perdure.

Mi deseo es compartir todo lo que se para que nuestras jóvenes doncellas vivan una ciclicidad  empoderada, sin vergüenzas ni temores. Con amor, sabiduría y reconocimiento.

Si te resuena, reserva pronto vuestra plaza.

Si te gusta la propuesta, compártela para que llegue a más mujeres y niñas.

Si quieres leer más, puedes leer:

Gracias por leerme,

Luz y amor,

Esther

Una mirada amorosa y empoderadora sobre el ciclo menstrual

Buen día,

Deseo que estés bien, y que puedas tomarte un ratito para ti dentro del agitado ritmo de tareas de cada día. Ojalá puedas regalarte está lectura, que espero te aporte.

Hoy quiero contarte sobre el ciclo menstrual. Algo que está tan ligado al vivir en cuerpo de mujer, aunque seas tan joven que aún no sangres, o no sangres porque estás embarazada, o porque has cruzado el umbral de la menopausia, o por cualquier otro motivo.

Con frecuencia, la información que se nos transmite y nos llega, a cerca de la menstruación, es únicamente sobre el sangrado que vivimos cada mes. Ese sangrado que, nos incomoda, nos da malestar, implica muchas cosas y a veces nos mancha. Ese que además nos hace sentir irritables, cansadas, nerviosas y frágiles una semana antes de su aparición.

A mí me entristece que en ocasiones sea ese, el único contenido que nos llega a cerca de algo tan hermoso y tan propio de ser mujer. Siento como si nos contaran sobre las estaciones del año y solo nos hablaran del invierno, como si nos ocultaran gran parte de la historia.

La menstruación es un ciclo que culmina con un embarazo o con un sangrado, y que implica a todo nuestro ser. Mirar únicamente los días que sangramos, es perder perspectiva, quedarse con una visión incompleta y peyorativa de nuestra ciclicidad. Es ser conscientes de una sola parte, y que suele ser la que menos nos gusta, pues interrumpe nuestro ritmo cotidiano lineal.

Somos cíclicas. Vivimos un ciclo de aproximadamente 4 semanas, y en ella atravesamos 4 estaciones distintas, como nuestra querida madre tierra.

La tierra, está en constante cambio. Donde yo vivo tengo la suerte de poder observar y sentir las 4 estaciones. Veo como en primavera la naturaleza despierta y empieza a florecer, en verano empieza ofrecer frutos, en otoño, si bien aún puedo recoger algunos frutos, veo como los árboles liberan hojas y semillas y empiezan a recogerse. En invierno, la naturaleza bajo una aparente muerte, descansa, para tomar energía y despertar de nuevo en primavera. Año, tras año, influenciada por la energía, calor y luz del sol, vive un cambio constante. Cada estación es un nuevo paisaje que nos pide y nos ofrece cosas distintas: sembrar, crecer, dar frutos, recolectar, morir o descansar.

La menstruación es mucho más que la semana de sangrado.

Nuestro cuerpo de mujer, refleja las cuatro estaciones en cuatro fases distintas: menstruando-sangrando: en invierno, pre-ovulando: en primavera, ovulando: en verano y percibiendo que no ha engendrado en otoño y sangrando de nuevo en invierno…

Así ocurren las estaciones en nuestro cuerpo, y cada una, nos pide y proporciona cosas distintas.

 ¿te gusta más una estación que otra?

 ¿Te sientes igual en verano que en invierno?

¿te apetece hacer lo mismo, comer lo mismo… en primavera que en otoño?

¿No te parece una lástima que, de todo el ciclo, solo nos llegue información a cerca del momento del sangrado?

¿que está información sea únicamente a cerca de como hacer para que no duela, no se note, y no te detengas?

Incluso madre tierra descansa en invierno, para poder ofrecer sus mejores frutos en verano.

Así la menstruación, es mucho más que la semana del sangrado, es un cambio constante en nuestros órganos y células de nuestro cuerpo. Una transformación corporal día a día, que destina toda su energía en completar la maduración de un óvulo y preparar el útero para que sea un lugar acogedor, con la esperanza de recibir un esperma que se fusione con el óvulo y  juntos formar un nuevo ser.

¿Maravilloso verdad?

El ciclo menstrual

es un viaje mensual fascinante

que impregna todos los aspectos de nuestra vida,

y que está regido por unas mareas hormonales

que bañan todo nuestro cuerpo

y empapan nuestro estado físico, energético, mental, y emocional.

Si te gusta lo que lees y quieres saber más, te ofrezco un encuentro donde te cuento todo sobre el ciclo menstrual.

Te hablaré sobre fisiología, naturaleza, hormonas, y todo lo que quieras saber contándote el ciclo como jamás te lo han hecho. De forma amena y vivencial, mezclando ciencia, naturaleza y mucho más. Con el respeto, amor y belleza que nuestros cuerpos se merecen. Para que vivas tu ciclicidad como un don maravilloso, que es lo que es. Porque…

  • Saber que habitamos un territorio cambiante nos da comprensión a cerca de lo que vivimos en cada momento.  
  • Comprender los procesos cíclicos de nuestro cuerpo conlleva ser más tolerantes, respetuosas y amorosas con nosotras mismas y con las demás mujeres.
  • Reconocer cada momento, saber que nos pide y tomar las cualidades y dones que nos regala, nos permite estar en armonía, degustar y enriquecernos con lo que hay en cada momento.
  • Tomar consciencia de que vivo en un cuerpo que recrea las cuatro estaciones de la tierra me abre a la comprensión de que soy cíclica y de que van a haber momentos de siembra, crecimiento, recolección, muerte y descanso.
  • Saber que no me sentiré igual en verano que en invierno. Que a veces estaré enérgica y decidida y otras necesitaré descansar. Me ayuda a escuchar y comprender mis necesidades y poder satisfacerlas.

Este círculo es para ti si sientes curiosidad acerca de que ocurre en tu cuerpo durante el ciclo, si quieres saber que ocurre en tu cuerpo, si deseas compartir el ser mujer, y si quieres respuestas a preguntas como:

¿Por qué menstruamos las mujeres?

¿Qué significa ovular?

¿Qué son las hormonas y que hacen cada una de ellas?

¿Qué son mis óvulos, cuantos tengo?

¿Qué implica ser cíclica?

¿Porque el síndrome premenstrual?

Si te apetece venir, solo has de reservar tu plaza. Te espero con muchas ganas de compartir,

Salud y amor

Esther

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